La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más graves, extendidas, arraigadas y toleradas en el mundo. Las mujeres y las niñas sufren diversos tipos de violencia en todos los ámbitos de su vida y bajo múltiples manifestaciones: en el hogar, en el espacio público, en la escuela, en el trabajo, en el ciberespacio, en la comunidad, en la política, en las instituciones, entre otros.

A nivel global, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual a lo largo de su vida, y en algunos países esta proporción aumenta a 7 de cada 10.

En México, al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia.

Durante el confinamiento provocado por la COVID-19 se ha intensificado la violencia doméstica, ocasionada por tiempos prolongados de convivencia con la pareja o familiares, preocupaciones económicas por falta de desempleo y cambios en la vida cotidiana.

De acuerdo a cifras de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), las llamadas para denunciar este delito han aumentado un 5.4% desde que inició el confinamiento.

Por eso es importante, continuar con el impulso de acciones para evitar cualquier tipo de violencia, y garantizar que las mujeres y niñas en nuestro país, gocen plenamente de sus derechos.

Erradicar este fenómeno es prioridad de una política de Estado, en la que los poderes de la Unión y los tres niveles de gobierno deben aplicar la tolerancia cero contra esta práctica, propiciada por un entorno machista y patriarcal.

Si eres víctima o conoces a alguien que sufra algún tipo de violencia. No te calles, actúa, denuncia y solicita ayuda llamando al 911.

La violencia contra las mujeres y niñas atenta contra sus derechos humanos y representa un grave problema de salud pública